CONTEXTO
El nivel de pobreza monetaria podría haber aumentado nuevamente durante 2022, en un contexto de mayor inflación y menor crecimiento económico. Relacionado con esto último, más de la mitad de la población (16,6 millones de personas) se encuentra en situación de inseguridad alimentaria, el doble que antes de la pandemia. Asimismo, están creciendo indicadores como la desnutrición crónica infantil, la anemia, el sobrepeso y la obesidad. Adicionalmente, en el sector Salud existen grandes brechas en infraestructura y equipamiento. Por ejemplo, según cifras del Ministerio de Salud (Minsa), más del 95 % de los establecimientos de salud del primer nivel de atención del país carecen de una capacidad instalada adecuada. Por su parte, la razón de mortalidad materna (RMM) recuperó los niveles prepandémicos en 2022, tras un aumento en la pandemia; no obstante, la tendencia actual sugiere que es probable que no se alcance esta meta de ODS. Lo mismo ocurre en el caso de las necesidades insatisfechas de planificación familiar, en las cuales la prevalencia del uso de métodos anticonceptivos modernos es significativamente menor que en países de la región con niveles de desarrollo similar, con los riesgos que ello implica para el embarazo y la maternidad de niñas y adolescentes.
Con relación al trabajo decente, cabe destacar que más de 340 000 personas se dedican al trabajo del hogar remunerado, según los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) (2021). De ellas, 95 % son mujeres, 92 % trabajan en la informalidad y 12 % viven en condición de pobreza, según el Plan de Acción a Favor de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar, 2019-2022. Por ello, es importante apoyar los esfuerzos nacionales para garantizar el cumplimiento de los derechos de las trabajadoras del hogar y contribuir a la creación de un Sistema Nacional de Cuidados.
RESPUESTA DE ONU PERÚ