CONTEXTO

Como consecuencia del impacto socioeconómico de la pandemia y de múltiples crisis, millones de personas viven en situación de vulnerabilidad, sin poder garantizar su propia alimentación, educación, vivienda y otras necesidades básicas para su subsistencia. Adicionalmente, la población refugiada y migrante venezolana es doblemente vulnerable, debido tanto a sus características y condiciones en el mercado laboral como a su limitado acceso a servicios públicos, por ejemplo, salud o educación. En este contexto, es relevante abordar las necesidades humanitarias clave de alimentación, alojamiento y transporte, así como aspectos relacionados con el acceso al agua, el saneamiento y la higiene. Por otra parte, las personas en situación de movilidad humana son más vulnerables a la violencia basada en género. Por ello, es necesario apoyar a las víctimas de trata, así como a las personas sobrevivientes de violencia basada en género, en concordancia con los Estándares Interagenciales Mínimos para la Programación de Violencia Basada en Género en Emergencias. En este contexto desafiante, es importante generar y mejorar los medios de vida mediante el financiamiento y la asistencia técnica a pequeñas empresas y emprendimientos.

RESPUESTA DE ONU PERÚ